Saturday, June 16, 2007

¿Porqué no permitir que un hombre realice su arte?


Por Ral Radulov

“Si encontráis a un hombre virtuoso y bueno, no lo apartéis de vosotros; honradlo para que no tenga que huir de vosotros y refugiarse en desiertos o cavernas u otros lugares solitarios, lejos de vuestras insidias; miradlos como a dioses terrestres, merecedores de estatuas y simulacros. “ Leonardo Da Vinci

El máximo reconocimiento a la excelencia en el ajedrez es el título mundial de Ajedrez, pero este pierde su valor si no corresponde a lo que debe significar: identificar al ser humano que en ese momento es el mejor jugando ajedrez.
Si una organización que debiera preservar este valor permite que pierda algo de su peso, esa entidad le falla a los que la crearon y la integran. Por supuesto que pudiera haber razones para que un grupo de personas manipulen algunas reglas y traten de engañar a los poco informados. Ya lo dijo el gran Leonardo Da Vinci, hoy tan mencionado por su Código. Pero lo dijo muy claro: “En el número de los tontos, hay una secta de hipócritas que se dedican continuamente a engañarse a sí mismos y a engañar a los otros, más a los otros que a sí mismos, aunque de hecho se engañan más a sí mismos que a los otros”.
Querer enaltecer la calidad de unos jugadores para pretender se pase por alto a aquel que ha demostrado de continuo su superioridad sobre los mencionados, es tratar de engañar a los compradores de un espectáculo que será una farsa, se verá como comedia, se venderá como melodrama y terminará en tragedia.
Morphy primero, luego Steinitz, más tarde Capablanca, después Fischer, posteriormente Kasparov y ahora finalmente Topalov, tuvieron que enfrentar el obstáculo que las organizaciones de ajedrez pusieron a su talento.
Es natural, que haya quienes pongan obstáculos. Cuantas veces en la historia de la FIDE y de las Federaciones vemos a personajes que desde muy jóvenes quisieron destacar en ajedrez como jugadores y al ver que les sobraba afición y les faltaba talento, así como eran dados al poco esfuerzo, terminaron por aceptar, que si querían pertenecer de alguna forma al medio del ajedrez y no se resignaban al anonimato, el convertirse en organizadores, ya sea como directivos o árbitros, o, en su más loable papel, mecenas. Pero algunos no pueden contener la envidia de no haber podido jugar bien y muy soterradamente, a veces sin estar conscientes de ello, actúan contra aquel que si tenía el talento y estaba dispuesto al sacrificio. Vean los dirigentes de la FIDE o a los de muchas federaciones. Seres casi ignorantes del ajedrez y salvo una o dos excepciones en una muy amplia historia, pésimos jugadores de ajedrez. Pero todos han sacado una buena raja del esfuerzo de los grandes jugadores. ¿Alguien recuerda la calidad de las partidas de Rueb, de Rogard, de Campomanes? Y gobernaron la FIDE por casi seis décadas. Mientras Max Euwe y Olafsson gobernaron por menos de quince años, los “no jugadores” lo hicieron por el 80% de la vida de la FIDE.
¿Cuál es su móvil para trabajar en una Federación? Recordemos a Schopenhauer:
"No hay más que tres resortes fundamentales de las acciones humanas, y todos los motivos posibles sólo se relacionan con estos tres resortes. En primer término, el egoísmo, que quiere su propio bien y no tiene límites; después, la perversidad, que quiere el mal ajeno y llega hasta la suma crueldad, y últimamente la conmiseración, que quiere el bien del prójimo y llega hasta la generosidad, la grandeza del alma. Toda acción humana debe referirse a uno de estos 3 móviles, o aun a dos a la vez."
Ojala la conmiseración fuese la guía, pero es más frecuente la mezcla de egoísmo y perversidad. En los jugadores priva el egoísmo y la conmiseración, pues un maestro quiere ganar un premio y pasar a la posteridad con una obra maestra que agrade a su público. El jugador que juega con riesgo y esfuerzo, ¿Qué otro fín puede tener? Pudiera jugar sólido a no perder, simplemente para ganarse unos euros, esperando que el contrincante se derrote a si mismo.
Reflexione el lector: ¿A que tipo de jugador quieren ver en el Mundial?
Por último, regresando a Schopenhauer: "Nuestro mundo civilizado no es más que una mascarada donde se encuentran caballeros, curas, soldados, doctores, abogados, sacerdotes, filósofos, pero no son lo que representan, sino solo la mascara, bajo la cual, por regla general, se esconden especuladores de dinero."
Pero seamos optimistas. Los ajedrecistas por lo general somos críticos y, en los últimos tiempos, gracias al Internet, más participativos. Necesitamos más emails para hacer evidente que habrá mucho más espectadores al mundial, si Topalov participa. Si no, será un torneo más, ni más grande ni más pequeño que los muchos que hay por ahí. Los mexicanos han gastado millones en esta fiesta, no merecen que su festejo se minimice y pase a ser un simple “jolgorio” en que se haya tirado el dinero para tener unos pocos espectadores.

1 comment:

Unknown said...

Topalov debe estar en mnexico, sin su brillante juego,ese mundial no tiene sentido, quiero ver jugar a aronian, kramnik, anand, leko, contra topalov, eso seria maravilloso, muy maravilloso, solo topalov es capaz de crear posiciones llenas de tacticas, el hombre que gano 6 partidas consecutivas en San Luis, tiene que estar!!!!!!!!!!!, un jugador como topalov, que fue el ultimo finalista, y gano supertorneos tras otros, tiene que estar!!